Después de cien documentos o artículos escritos desde que comencé este apasionado y personal proyecto y gracias al seguimiento que está teniendo, intentare seguir para que sean más de cien. Por ello voy resumir esta intensa semana que he tenido desde el pasado lunes 18 de enero hasta el dia 20, debo decir que normalmente no escribo sobre experiencias muy personales sino de aquellas circunstancias que de alguna manera tienen relación con el vino o eso a mí me lo parece.
El lunes comenzó como se anuncio en este blog, con la primera actividad de promoción de un vino quizá de un modo muy independiente, en el ámbito del restaurante Amayra, con cierto éxito. Ese mismo día y no muy lejos de allí, a partir de la 20.00 pude asistir a la entrega de los premios de la selección de los mejores vinos para la revista VIVIR EL VINO, un acto en el cual se reunieron distintas “buenas marcas”, lo digo por el alto precio de cada una de ellas que en definitiva así se garantiza un “mínimo” de calidad.
La diferencia entre un acto y otro en un intento de ser objetivo, es por supuesto la infraestructura, que en el caso del acto de presentación
del vino ALADRO la intención es que desde una plataforma real y práctica, dado que tanto en el restaurante Amayra como en la taberna Amboades que dirijo, la intención es de promocionar en concreto un producto a pie de suelo en un punto de disposición al público directo, siendo el público real el ejecutor de direccionar realmente el consumo, sin intermediaciones de ningún “critico”, “experto” o “grupo de sabios” ni mucho menos con recomendaciones de un sector que leyéndoles tan solo velan por los intereses de unos pocos, haciendo un camino cargado de niebla para el público en general.
Pero de todos modos agradezco la oportunidad de poder ver que se “cuece” dentro del sector del vino, en el ámbito de la promoción para así ir aprendiendo para que actos tan humildes y honrados como los que realizo de las catas-técnicas de distintos vinos, sean más eficaces, efectivas y completadoras del público general. Siendo este el elemento que de verdad debe mover el mercado, con criterio propio y no con “ciertas recomendaciones” un tanto adulteradas.
La siguiente experiencia que el mundo del vino me dio esta semana, fue la posibilidad de poder atender y creo que agasajar a un personaje actual y muy mediático de la prensa del corazón, que visito el restaurante Amayra el miércoles 20, debido a que parece ser se está introduciendo lentamente en este maravilloso mundo del vino. En persona pudo comprobar los dos ambientes que están dentro del ámbito del Amayra, la taberna tradicional y la cámara que está dentro y a la vista del restaurante, plenamente de innovación dentro del mundo del vino, ambos ámbitos contrastan y conviven. El personaje en cuestión es Jaime Cantizano, y con gran humildad fue atendiendo las distintas explicaciones que iba haciendo respecto del vino que le ofrecí a beber, sin intentar exigir ninguna marca reconocida dentro de las llamadas prestigiosas, que resultan más fáciles de encontrar en los restaurantes de un nivel más alto.
Y para terminar la semana, en la Taberna Amboades de Toledo de un modo muy discreto la visita de la Ministra del Interior de Austria, para tomarse unos vinos junto a otros muchos más clientes, como una más, gustando en beber un par de vinos diferentes, junto a unos amigos, siendo uno de los vinos el albariño de Rias Baixas ALARGO.
Siendo un gran honor para mí esta visita en la Taberna Amboades. Esto demuestra que también con vinos no muy caros y no muy conocidos, pero eso sí excelentes vinos cualquier persona se siente muy a gusto sea o no importante, creo por tanto que
el trabajo si se va haciendo con honradez, delicadeza, perseverancia, paciencia y amor al final tiene su buena recompensa. Aunque hoy en día, en esta época de la humanidad tan mercantilista, tan solo el sinónimo del éxito es el ganar mucho dinero, aunque esa gran ganancia haya sido conseguida “estafando” de alguna manera, sin paciencia y por supuesto amando solo al “becerro de oro” llamado mucho dinero, si escrúpulos. Y como se cita más o menos en el evangelio, quien tenga oídos que escuche.
