PITANZA

     Este tiempo de “bienestar” existe una gran crisis, pero no solo económica sino moral, creo que hay ahora varias generaciones que han perdido o se están perdiendo bastantes cosas. Desde un punto egoísta al vino le afecta de una manera muy importante en todos sus aspectos, viendo estos desde múltiples prismas, como si de un dodecaedro se tratase. Uno de los prismas es la falta total de “cultura del vino” aún estando en el mejor y mayor momento del acceso a la información que nunca tuvo la humanidad en su conjunto, esta falta de cultura de vino viene dada desde una parte importante del ámbito del vino, que por muchos motivos no les interesa que en profundidad la “masa” sepa nada de vinos, ni realmente de nada, para así poder manejarla mejor.

“Esa parte importante” ésta conformada por el entorno cercano a las publicaciones especializadas, que van dirigidas solo a su sector, casi como de un modo endogámico. También la conforman una serie de locales, tiendas que se definen vinacotecas (esta palabra no existe en el diccionario de la lengua española de la Real Academia Española) o incluso restaurantes que junto con ciertas bodegas de ciertas áreas se retroalimentan entre ellas y así sus vinos de altos precios son los que realmente se manejan en un circuito muy “cerradito”, dejando a la gran mayoría de las D.O.,s. y por tanto a sus bodegas en una opacidad absoluta. Me gustaría que alguien visitara el restaurante “Amayra” (del hotel Regina de Madrid), en el cual he intentado hacer una carta de vinos lo más amplia posible de todo el territorio de España (casi 60 referencias), que acompaña a una cocina que se aleja de la “P I T A N Z A”, no siendo en extremo de un lujo inaccesible, como ya indiqué en el pasado artículo titulado “blog queado”. Me gustaría que se analizase la carta del restaurante y así poder comparar cual es la realidad que unos quieren marcar y cual también es la realidad total y a unos precios muy “sostenibles” para todos los bolsillos…