DEPUÉS DE NAVIDAD

     La Navidad cada año que pasa se convierte en una rutina inevitable que se debe cumplir o dicho de otro modo, es como cubrir un expediente del cual no podemos eludir, al estar sometidos a algo que nos guste o no está con nosotros si o si. Se trata ni más ni menos de algo que se debería venerar como la máxima institución de la sociedad, la familia.

Supongo que la gran mayoría de las persona lo han pasado en familia, tranquilamente y todos juntos porque como es la única vez que se ven o se juntan, pero en el fondo si tanto se quiere a algo o se esta tan bien en este día ¿Por qué no se hace este gesto más a menudo? Respecto a ello tengo varias opiniones que las voy a reservar a mi intimidad dado que sería cuestión de otro tipo de blog, en cuanto a lo tocante al vino que de lo que intenta tratar este blog desde hace noventa documentos, en la cena de Nochebuena o Navidad (La familiar, de las de “empresa” creo que también hablare) siempre se hace un alto extraordinario o al menos se intenta desde hace mucho mucho tiempo, tanto que creo se merecería un estudio antropológico, de cómo se trataba estos actos hace siglos, bla, bla, bla.

Volviendo al extraordinario momento de esa cena la cual tiene viandas extras, que mucho de nosotros no sabemos cómo se deben comer, salvo el familiar que por “su” trabajo o “su” vida si sabe hacerlo y no nos enseña al contrario se vanagloria de donde y como lo tomo en algún momento, también con los vinos ocurre lo mismo dado que al ser unos momentos tan especiales y de una reunión realmente variopinta, creo y me equivoco lo justo que cuando aquella excelente botella se abre, resulta que llega a una vajilla poco adecuada, que la beben sin aprecio quien la toma o peor se mezcla con alguna gaseosa porque así toman el vino habitualmente, o aún peor como el vino tiene alcohol llega el o la moralista de turno (de doble o triple moral para su conveniencia) y dice que el vino no le gusta y por tanto es malo, el vino emborracha nada más tomar un poco o que no se debe beber “ni una gota de nada que tenga vino” porque luego se debe conducir...

En fin creo que se debería plantear en profundidad todo el mundo si realmente quiere ir a esas cenas familiares o por el contrario debería ser el momento de compartir con quien realmente compartes en verdad tu vida día a día, así habría menos sobresaltos.

No quiero entrar en los comentarios de los que no son del familia nuclear, no quiero entrar en que la familia es la que te toca y si resulta esta un desastre, tu vida será un desastre porque es lo que te toca y por último si realmente es tiempo de Navidad, de la Navidad Cristiana, ¿porque motivo gran parte de la sociedad que se define no creyente la celebra? Si la respuesta es que es momento de reunirse todos, lo podrían celebrar en otras fechas después de Navidad (hay un anuncio de una compañía de telefonía móvil que así lo indica) No olvidar que el poder de la publicidad es ilimitado.