ÁREA DE OCIO

     El texto de hoy será un poco críptico o quizá absurdo pero para los tiempos que nos tocan vivir no sé si sabré explicar lo que quiero decir. En esta semana se ha celebrado la XXIII feria de GOURMETS en Madrid, un acontecimiento estrella en los vinos o en la “cultura del vino” dentro de la agenda anual que se da en España, pero creo que también el campo de los vinos es un verdadero testigo de la situación actual que se está viviendo de poco movimiento hacia adelante, por el contario se está viendo una estanqueidad de “agua estancada”. En la misma feria que de profesional y para profesionales tiene lo justo, se veía una cierta desilusión o lo que fuere, con poca alegría en contraste con cercanos pasados tiempos se han vivido digamos “días de vino y rosas”.
Siguiendo por esta senda de la semana hacia el final de ella, topamos con que “la cultura del vino” no se manifiesta sino en espacios como el evento de la feria, o en espacios multidisciplinares que atienden al vino de un modo muy exclusivo y particular, o quizá dentro de los “cuidados Circuitos de la alta gama de los vinos”; a lo cual yo debo aprender para así corregirme y corregir el negocio de mi taberna*, que busca la interrelación entre la cultura, los seres humanos, la comunicación “cuerpo a cuerpo” y por supuesto el vino como elemento central, con unos precios muy interesantes y asequibles**. Resultando por la situación que se vive (yo vivo) un camino hacia el fracaso, en todos los campos… Esto es así porque de la euforia del conocimiento de las catastécnicas, del “mundo feliz” de la ferias, de los visitantes con un grado de elevado cocimiento de todo, a la realidad existe un trecho muy grande y cada día mayor, dando como resultado una bajada de clientes y por tanto de cultura de vino, de afición al mismo, etcétera.
Cuento todo esto porque este es el último fin de semana, de muchos que por lo menos en el negocio que regento se ha bajado el consumo y el nº de consumidores, gracias al apoyo de grandes eventos como es el espectáculo importantísimo del “futbol”, que al televisarse gratuitamente en horarios nocturnos, para ahorrar energía en tiempos de crisis (la iluminación de los campos), el público en general se avitualla en mercados, grandes almacenes, no en tiendas pequeñas y se celebran cada vez más en domicilio lo que se hacía hasta hace poco tiempo, por motivos en principio económicos provocando un efecto contrario al consumo con conocimiento, haciendo un mal ahorro mediante una reducción inadecuada de gastos superfluos en el área del ocio. Por tanto en el área del ocio como cabe todo, y sobre todo el futbol creo que hace incompatible cualquier uso diferente a ello, haciendo casi imposible en cuanto a ampliar la cultura del vino o de cualquier otra cosa, en el tiempo dedicado en permanente exclusiva a él mismo como si se tratara no solo del futbol en sí, sino también del “ego” (del futbol y sus seguidores) tan gigantesco que le acompaña. Así es muy difícil potenciar a la cultura del vino, al consumo responsable en cuanto a la salud y por supuesto la economía, esto en la batalla por el área del ocio la batalla es inmensamente desigual.

*La taberna se encuentra en un estado de permanente nacimiento sin crecer.
**Equivocación permanente en la economía actual que vivimos.