SABER MáS (IV) - LA VITIS, VARIEDADES DE PLANTAS

En el humilde intento para un saber un poco más del mundo de vino, que en la actualidad parece estar viviendo una situación de inestabilidad e incertidumbre como vive y ha vivido siempre la humanidad en todos sus órdenes.

Hoy por hoy el entender o saber de vinos es fundamental, pero creo que existe una gran, perdón grandísima laguna de base, quedándose solo con un conocimiento cargado tan solo de un ridículo snobismo dando pie a quedarse solo con la cata, el conocimiento de alguna marca y quizá saber que un área es tal o cual.

En el SABER MáS (III) me referí someramente a que el inicio del vino va unido al crecimiento de la humanidad como concepto de civilización organizada, al ir este paralelo a la revolución agrícola que se fue generando a partir de la activación de los cultivos con cosechas cronológicas etc. El vino es un cumulo de casualidades dentro de esa revolución agrícola haciendo un maravilloso milagro de transformación de un producto en otro, de las uvas a un liquido cargado de vida y espiritualidad. Como se sabe las uvas son en sí mismas como fruta muy saludables y su consumo es muy recomendable por las bondades que contienen tiene minerales en forma de sal, ácidos, antioxidantes, vitaminas y otras sustancias como los taninos en el caso de las tintas, además de una sustancia como el revesveratrol muy importante para evitar o prevenir ciertas patologías, también la contener hidratos de carbono y azucares son muy energéticas, por supuesto los antiguos productores del medio oriente sabían poco de estas sustancias pero su mantenimiento inicial en la agricultura propició el que hoy en día exista una cultura “milenaria” del vino.

Existen para el común de los mortales dos tipos de uvas, las comestibles y las viníferas “per se”, aunque en realidad existen muchas más especies como por ejemplo la vitis vinífera L., la vitis rupestris (aestivalis Michs y labrusca L.) o la vitis riparia, que proceden en la actualidad de distintos puntos del planeta y a su vez se han ido clonando unas a otras generando distintas nuevas especies, para poder así fortalecer a la primitiva planta de la vid. Todas pertenecen desde su origen inicial a la vitis silvestris, de crecimiento espontaneo frente a la cultivada vitis vinífera que debió partir esta de la anterior según las discusiones que mantienen los arqueólogos de una frente a la otra.

Realmente todas son comestibles pero por sus cualidades son mejores para la fermentación con ciertas garantías de estabilidad a largo plazo, dado que por ejemplo las que vemos en los fruterías se podría dar una fermentación pero con muchas dificultades y el vino que resultara podría ser muy inestable.