Se hace difícil determinar con certeza y exactitud cuando el ser humano, toma la determinación de saber realmente como controlar la fermentación natural del líquido, que se extrae de las uvas después de su recolección.Para que exista la fermentación, son necesarios varios factores que usualmente las uvas en sí mismas aún siendo fruta sin prensar pueden hacer sin la ayuda del hombre, gracias a elementos como el propio oxigeno, levaduras y otros microorganismos como las bacterias.
Pero como vino fermentado y controlado por los hombres desde un punto de vista de elemento cultural y de civilización establecida, es estima que desde hace unos 6.000 ó 7.000 años acompañe al hombre. Tiempo que marca el maravillo comienzo de la humanidad con una relativa evolución, y por tanto para bien y para mal ha estado con sus evoluciones y revoluciones junto al ser humano, sobre todo los pueblos cercanos a la cuenca mediterránea, obviando un poco en este sentido al oriente del continente indoeuropeo Asia y al conjunto de África y al “Nuevo Mundo y Oceanía”.
Por tanto al creer por parte de muchos estudiosos que la civilización sumeria es la cuna o el embrión de una sociedad civilizada y con conocimiento y ganas de aprender para evolucionar, es donde se puede decir que nace realmente el vino como tal. Desde su inicio se ha ido ligando al hombre no siempre en la mejor y más optima relación sino que en muchos casos y a lo largo de la historia el vino ha resultado ser un “pernicioso” elemento un oscuro elemento que ha hecho eso oscurecer al hombre y por tanto al vino en sí mismo.
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